Shinrin Yoku 森林浴 (Baño de bosque)

Shinrin Yoku 森林浴 (Baño de bosque)

El bosque energía natural

Una práctica que se realiza en Japón y extremo oriente, como medio de paliar los efectos del estrés y la desconexión de las ciudades.

Se esta usando a modo de medicina preventiva y para paliar estados de ansiedad, dificultad para dormir, cansancio crónico y otras patologías desde hace unos años.

Una actividad relajante que se trata deconsiste en una ruta guiada donde prestaremos especial atención a estímulos como el trino de los pájaros, el sonido de nuestras pisadas, el murmullo del agua, el juego de luces y sombras que nos ofrecen los árboles, el tacto de rocas y troncos, el aroma del bosque…

 

El término fue acuñado por Akiyama Tomohide, director de la Agencia Forestal de Japón. Se inspiró en las tradiciones sintoístas y budistas que promueven la comunicación con la naturaleza a través de los cinco sentidos.

 

* Cada año entre 2,5 y 5 millones de japoneses, afectados por el estrés, la hipertensión y la ansiedad de la vida urbana moderna, acuden a las sesiones de “Terapia del Bosque” en alguno de los 62 centros oficiales designados por la Agencia Forestal de Japón.

La sesión consiste en unas dos a tres horas de paseo relajado por el bosque, con ejercicios de respiración dirigidos por monitores.

Se trata como una práctica de Mindfulness o atención plena, donde tanto el paseo como cuando paramos y nos sentamos o tumbamos. Estamos en silencio, con los sentidos abiertos intentando prestar atención a los sonidos (nuestras pisadas, los pájaros, insectos, el viento, los árboles, etc.), las luces y sombras, los colores y matices, el tacto de las piedras, el musgo, el aroma  y fragancias del bosque, etc.

La energía que emana el bosque, al mismo tiempo observando nuestro estado, la respiración, el corazón y nuestra propia energía.

Y así descubriendo como si fuese la primera vez que estamos aquí. Con la mirada de un niño, o un ser extraterrestre que todo es nuevo y mágico.

 

Una necesidad moderna fruto de la vida en ciudades, hábitos, desconexión de la naturaleza y de nosotros mismos.

Ya sea como medio para obtener salud y bienestar general, como forma de reencontrarse con uno mismo, con el respeto al medio natural y a una corriente ecológica, ya de necesidad de cuidar el planeta.

Una corriente que cada vez gana más popularidad en occidente.

 

El beneficio positivo de dar un paseo por la naturaleza, conectar con la tierra, respirar aire puro, etc. es algo que ya sabíamos de siempre y que la ciencia ha corroborado con estudios clínicos.

 

Esta práctica de Shinrin Yoku tiene un enfoque más profundo, viene de prácticas de meditación natural consciente.

No solo es pasar tiempo en el bosque, con el objetivo de mejorar la salud, el bienestar y la felicidad, sino bañarse y sumergirse en la atmósfera del bosque.

tao-dance-meditacion

Conectar en «silencio» y abrir todos los sentidos. Percibir la energía de los árboles, las plantas y todos los seres que habitan en él.

 

No se trata de una práctica deportiva como senderismo, trekking, etc. ya de por sí beneficiosas pero esta forma es otra cosa.

 

Se trata de adentrarse en el bosque y parar, observar, dejarse inundar de todo a través de los sentidos.

Escuchar los mensajes que nos llegan profundamente y como abrimos el corazón.  Como la «pachamama» madre tierra nos abraza y podemos sentirnos en paz.

 

* Se puede realizar libremente tanto en solitario como en grupo, no requiere una preparación física especial y puede ser sin guía o con un apoyo que dará consejos, dirigirá la sesión y acompañamiento tanto llegar al lugar, como pautas, respiraciones, cuidado y soporte.

 

 

Terapias-naturales

 

La «Magia del Bosque»

 

El bosque se comporta como un organismo interconectado. Hoy sabemos por experimentos científicos que está todo conectado, por las raíces y el micelio.

Este sistema de micorriza es el cerebro del bosque igual que las redes neuronales por donde circula la información.

 

Cada vez más estudio corroboran esta idea. Suzanne Simard es una profesora de ecología forestal que enseña en la Universidad de Columbia Británica.

Que ha comprobado como existe una comunicación entre arboles y plantas no solo de la misma especie, sino en todo el tejido vivo del bosque.

Y que se comportan como seres sociales y cooperan entre sí.

 

Como tantas cosas, es curioso como ya las sociedades tribales desde siempre el ser humano ha podido percibir estas cosas, que llamaba espíritus del bosque, seres mágicos o dioses, etc. Y que la hoy día la ciencia nos comprueba que algo hay de cierto y que podemos llamarlo como queramos, pero que hay cosas que se escapan a lo que podemos ver o entender.

 

 

Sea como sea ahí está y de alguna forma el ser humano necesita de esa conexión, es cuando se separa de la naturaleza cuando enferma y pierde su esencia.

 

 

Los bosques bombean el oxígeno que necesitamos para vivir y absorben el dióxido de carbono que exhalamos (o emitimos). Junto con el fitoplancton en el océano que proporciona la mitad del oxigeno de la Tierra.

Se estima que un solo árbol ofrece un suministro diario de oxígeno para entre 2 y 10 personas. Ademas de purificar el aire y las emisiones electromagnéticas.

 

Los beneficios de tener plantas en nuestro casa y espacio de trabajo, se sabe que ayudan a limpiar el ambiente, e incluso absorber efectos dañinos de los productos tóxicos, compuestos orgánicos volátiles y las radiaciones electromagnéticas.

 

Tanto tener plantas alrededor, como ir un rato al parque o espacio natural si se tiene cerca, es muy recomendable como algo habitual.

Cuando se pueda conectar con la naturaleza y adentrarse en el bosque con los sentidos abiertos es medicina para el cuerpo y la mente.

Respiramos el aire puro y los aromas del bosque, ricos en fitoncidas, sustancias volátiles enormemente positivas para nuestra salud.

 

Esto cada vez se entiende más y las ciudades del futuro, se entiende como lugares con más arboles y espacios naturales.

 

 

 

La práctica Shinrin Yoku o baño de bosque

 

 

Se realiza con unas pautas donde requieren, estar en silencio y con la conciencia en presente.

 

Esto a veces aunque pueda parecer sencillo, nos cuesta e incluso requiere que nos guíe alguien para permitirnos ese espacio. Como el que va una clase de Yoga, meditación, Tai chi, sesión de Mindfulness, etc.

 

 

 

Así como entrenarlo regularmente, veremos que al principio cuesta estar en silencio, parados y que la mente pare y solo este en modo observadora y presente.

 

Quien practica meditación del tipo que sea ya sabe que lleva su tiempo y dedicación ir domando esa mente y nuestro estado emocional.

 

 

Es muy importante el acto de parar, de escucharnos y tener la capacidad de estar tranquilos.

 

Sentir y reconocer nuestra energía y dejar que los sentidos se abran y disfruten de lo que hay a tu alrededor.

 

Es algo indispensable que sería muy bueno enseñar desde la infancia.

 

No solo ir a la naturaleza a desconectar, hacer deporte, pasarlo bien y descargar.

 

Es aprender a respetar ese espacio, donde vamos como turistas y alteramos todo no solo con la basura y nuestro paso, sino también con nuestra energía, gritando y haciendo ruido.

 

Ir a escuchar y conectarnos de verdad a la naturaleza.

Poder pasear hablar en voz baja o estar en silencio un rato, es algo que nos cuesta.

 

Pero cuando lo hacemos tendremos como regalo, una medicina que calma nuestro cuerpo y nuestra mente, además podremos ver como el bosque nos habla, los animales se acercan y podemos ver y percibir cosas que sino pasan desapercibidas, o que directamente huyen de nosotros.

 

Se trata de fundirse, mimetizarse con el bosque y ser parte de él.

 

 

 

¿Cómo practicar el «Baño de Bosque»?

 

 

Ayuda primero caminar y cansar un poco el cuerpo y la mente.

Bajar el ritmo y entrar con respeto y silencio en el espacio natural.

 

Respirar y sentir los olores y fragancias que vamos encontrando.

Observar curiosamente las formas, plantas, animales, colores, texturas, etc.

Conectar con la forma que caminamos, nuestra pisada, así como la postura corporal.

Hasta el sitio elegido o si vamos solos cuando sentimos ese lugar especial, tranquilo alejado del ruido y de la gente.

Si ya estamos en el lugar, descalzarse y sentir la tierra con los pies.

 

Podemos conectar con algún árbol o sentarnos en alguna roca, el suelo, como lo sintamos.

Se podría hacer alguna práctica suave y relajada, como Yoga, Tai Chi , Chi Kung, etc. pero sin demasiada intensidad ni estimulación física.

 

Se trata de bajar el nivel mental y que el sistema nervioso se calme así como toda nuestra energía.

 

Cuando ya haya bajado un poco la intensidad que traemos de fuera. Pararnos, podemos sentarnos o tumbarnos, (llevar algo para estar cómodos ya sea algún soporte como para taparnos si hace falta).

 

Ejercicio de meditación natural consciente

Cerrar los ojos y tomar unas cuantas respiraciones profundas.

 

Después con los ojos cerrados aún, abrir el sentido del oído e intentar escuchar sonidos lejanos y progresivamente más cercanos.

 

Abrimos las fosas nasales y el sentido del olfato, aromas que nos llegan de todo tipo y sus recuerdos.

                                                                                         

Siente el tacto, tanto los apoyos de cuerpo, como el aire, el sol, e incluso las emociones que recorren tu piel.  

                                                                         

Puedes sentir el sabor o los recuerdos que llegan a tu boca.

 

Si estamos de pie, descalzos para conectarnos por nuestras raíces al sistema de micorrizas que une todo el bosque por el subsuelo.

 

Incluso intentamos percibir la energía que nos llega de la tierra, de los árboles y del cielo.

Respiramos y nos conectamos a todo esto, como somos parte y podemos respirar con el ritmo del bosque.

 

 

 

Algunos Beneficios

«Un baño de bosque de 2 a 4 horas durante dos días puede aumentar la actividad de nuestros glóbulos blancos en un 40% en los siguientes 30 días». El doctor Qing Li inmunólogo experto en Shinrin Yoku.

 

Diferentes estudios han analizado los beneficios físicos y psicológicos.

 

Con paseos a partir de media hora ya se notan efectos como bajar el nivel de estrés, se reduce el cortisol lo que mejora el estado de ánimo, descenso de ansiedad, depresión.

 

Reduce el ritmo cardíaco e favorece la actividad intestinal.

Regula nuestro ciclo circadiano y mejora el descanso.

Se alivian dolores de cabeza, tensión alta, problemas de respiración, dolores articulares, etc.

 

Mejora la concentración y la creatividad.

Y algo muy importante se refuerzan nuestras defensas del sistema inmunitario.

 

Se recomienda para paliar la fatiga crónica y los efectos de malos hábitos de vida, sedentarismo, exceso de contacto con pantallas, sistemas electrónicos, espacios cerrados, la polución, las ciudades, etc.

 

 

«Somos arboles buscando nuestras raíces, somos estrellas formando constelaciones, desde las cuales, se reinicia la vida.» (Chamalu)

 

 

                                                           

EL TAO Y LOS ÁRBOLES

 

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En la filosofía Taoísta siempre esta impresa la conexión con la naturaleza siendo una corriente que viene de las tradiciones tribales y chamánicas donde somos parte de la tierra y nuestro equilibro depende de la relación con los elementos, la tierra, el cielo y los seres vivos.

 

Los maestros taoístas han venerado a los árboles como seres muy evolucionados del planeta. No solo absorben dióxido de carbono y transforman en oxígeno sino también energía «CHI» negativa y transmutarla en buena y positiva.

 

Pueden conectarse y captar profundamente la energía de la tierra y extenderse incluso km a través de las raíces y la red micelial, son gigantes alcanzando la mayor altura y así tener esa antena con el cielo.

 

Viven muchísimos años hasta se conocen alguno de 5000 años, parecen seres inmortales y que son complementarios y vitales de nuestra existencia.

 

Alimentan nuestro espíritu y nos sanan. Al tiempo nosotros también les aportamos y podemos ayudar, en una relación simbiótica.

 

Como otras culturas que han venerado a los arboles, celtas, sociedades chamánicas y animistas. En el Tao se realizan prácticas y meditaciones para conectarse y hacer alquimia con ellos.

Existen diferentes prácticas de Chi Kung (Qi gong) donde a través de diversas técnicas vamos interconectando con ellos.

Un ritual empezando por encontrar un árbol que nos llama y pidiendo respeto, se hacen unas prácticas de conexión, intercambio donde nos fundimos y canalizamos energía través de nuestros canales y centros energéticos principales con el árbol a través de las raíces, el tronco sus canales la savia y las ramas.

 

Son prácticas de Chi kung que también se realizan en pareja y que son parte del entrenamiento del yoga en pareja, Kung fu sexual o lo que se denomina Tao sex.

 

 

 

 

Interesados en esta práctica con salidas guiadas y dirigidas de Shinrin Yoku 森林浴 (Baño de bosque) junto Con práctica de Chi kung y meditación en el bosque.

 

Grupos reducidos o especiales para empresas.

Actividad que ronda las 3h de duración aproximadamente.  

Precios optativos dependiendo del número del grupo. 

 

Contactar a través de:

goatao@gmail.com

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